
Dividamos las aguas, en un lugar estarán aquellos, los ciegos, porque no verán lo que en silencio viene, porque el futuro, aunque lento y, con mucho retraso, viene, se acerca, y de un lado estarán los ciegos, los pálidos, los muertos
Y del otro, nosotros, los equivocados, los poetas, los desaparecidos que, de a poco, nos volvemos a instalar cada uno en su sitio, en la escuela, en la fábrica o en la siembra
Y estamos hambrientos y vemos la comida y vamos por ella, con los cuerpos descubiertos, pero armados, si es necesario, hasta los dientes.
Y del otro, nosotros, los equivocados, los poetas, los desaparecidos que, de a poco, nos volvemos a instalar cada uno en su sitio, en la escuela, en la fábrica o en la siembra
Y estamos hambrientos y vemos la comida y vamos por ella, con los cuerpos descubiertos, pero armados, si es necesario, hasta los dientes.
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