jueves, 28 de octubre de 2010

Menhires de Tafí del Valle

Surcan desde nuestra América profunda, puentes*, mensajes, símbolos incomprensibles a los ojos civilizados a los que hemos llegado. Algunos han sobrevivido en imágenes rupestres, otros como sonidos en el viento, babeles que encontraban a sus dioses como fue Machu Pichu o las pirámides mayas. Otros como los menhires de Tafí (Tucumán) fueron bapuleados en distintos procesos, cambiados de lugar, de mirada, dislocado el posible entendimiento de la piedra que los contiene, la abnegación de siglos, el grito silencioso de sus miradas...

Al fin y al cabo
esas nubes devienen en mensajes.
Llamemos dios al emisor de esos
tales mensajes:
El ritmo de las mareas,
los ciclos del día y de los seres,
los ojitos del alma,
estas aguas que bajan por tu mejilla
acá, en este preciso y único tiempo.

1 comentario:

Malena dijo...

Dejaremos de ignorar alguna vez esos mensajes? Están ahí, tan tangibles. Solo hay que detenerse a mirarlos.